Hoy abordamos uno de los puntos básicos de nuestras máquinas, la fuente de alimentación. Nuestro sintetizador modular necesita corriente eléctrica para poder funcionar, los módulos necesitan electricidad para poder utilizarla y convertirla en impulsos sonoros y necesitamos una fuente de alimentación que nos permita suministrarla de manera constante, estabilizada y según las especificaciones del formato eurorack.
Como ya comentamos en la entrada del Formato Eurorack, este son unas especificaciones determinadas en cuanto a tamaños físicos (para que todos los módulos presenten unas dimensiones concretas y se puedan montar en cajas sin demasiados problemas) y electrónicos (para que los módulos se adapten a ciertos parámetros de consumo, potencia e intensidad eléctrica).
El Eurorack, funciona con tensiones de +/-12 voltios y cada módulo consumirá una cantidad determinada de miliamperios. Es por ello que la fuente de alimentación que elijamos debe ser simétrica (es decir, que pueda suministrar tensión positiva y negativa), proporcionarnos 12 voltios y una cantidad determinada de miliamperios que pueda soportar un número de módulos concreto.
Se nos presentan varias opciones:
- Comprar una fuente preparada por un fabricante que ya fabrique módulos.
- Comprar una fuente ‘genérica’ y adaptarla a nuestras necesidades
- Construirla nosotros mismos.
Vamos por partes:
Comprar la fuente a un fabricante concreto:
Es la opción más rápida, segura y fiable, pero no la mas económica. Me explicaré. Fabricantes como Doepfer, precursora del formato eurorack venden fuentes de alimentación perfectamente preparadas y diseñadas para las funciones de los módulos. Así la misma Doepfer vende, por ejemplo, su fuente A 100 PSU2 con 1200 miliamperios de potencia, por unos 100 euros (el link proporcionado es de Thomann)
Comprar una fuente genérica:
En el mercado existen miles de fuentes de alimentación con lo que tenemos muchas posibilidades de encontrar alguna que se adapte a nuestras necesidades técnicas y económicas.
El problema es que al ser fuentes que no han sido diseñadas para aparatos de producción sonora, nos encontraremos que añadirán a nuestros equipos un regalito en forma de ruido de fondo, a veces tan potente que no servirá de nada.
Así que tenemos que elegir, o gastarnos dinero y comprar una fuente dedicada o ir a lo económico y buscar en el mercado algo que nos pueda funcionar.
Construirla uno mismo.
Los circuitos de las fuentes de alimentación no son ningún secreto y podemos encontrar en internet miles de esquemas de fuentes de alimentación, como por ejemplo la de este enlace. Si somos un poquito mañosos podremos comprar los componentes y montarla nosotros mismos. Es la opción más económica, pero si no sabes manejar el soldador y no tienes nociones medias de electrónica, no es aconsejable. Podrías dañar tus preciados módulos o peor aun lastimarte tu mismo, ten en cuenta que la vas a conectar directamente a la red, y si no está bien construida puedes tener algún percance.
¿Que he hecho yo?
He optado por la opción número dos. Debido a que no soy profesional del gremio, pensé que gastarme el dinero en una fuente de alimentación profesional no tenia demasiado sentido, así que busque una fuente en kit para montarla, así que me compre una fuente de alimentación genérica, en concreto, esta de ELECTAN. Por unos 30 euros tengo una fuente simétrica +/-12 y de 1 amperio. Es ruidosa, y es probable que no sea demasiado estable pero he considerado que para empezar me sobra, y si mas adelante necesito algo mejor, comprare la Doepfer.
Le he añadido un porta fusibles para estar mas protegido en caso de cortocircuito y ya está. En la próxima entrada os explicaré como la he montado y abordaremos el tema de la caja.
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